Faltando 15 minutos para las 5 de la tarde del día domingo 30 de agosto, se da inicio el inicio a la presentación del Coro Polifónico de la Ciudad de Castro en la sede social de Camilo Henríquez. Esta actuación se había pospuesto desde hacia bastante tiempo y aquella tarde pudo realizarse con una positiva acogida de parte de los vecinos que finalmente retribuyeron con sinceros aplausos a esta cofradía de coristas isleños.
Paralelamente a la presentación del Coro se desarrollaba la primera Feria de Trueques en el barrio; unas decenas de vecinos se dieron cita para esta antigua y olvidada costumbre. Debemos considerar que la feria de trueques es un intercambio de bienes y servicios que no involucra un valor monetario, y que por lo tanto, cumple varias funciones dentro de una comunidad. La primera, es una instancia de convivencia entre los vecinos que aproxima y genera un reconocimiento entre sus pares. La segunda, radica en la necesaria ocupación de los espacios comunitarios existentes en el barrio. Y la tercera, como una forma de poder intercambiar diversas clases de elementos tales como juguetes, ropas, libros, música, alimentos, etc; entendiendo que esta experiencia sirve (y servirá, ya que se llega al acuerdo de repetir la experiencia) como una nueva posibilidad de adquirir determinados insumos que son necesarios para diferentes tipos de necesidades, lo que finalmente resume a esta experiencia como un método y posibilidad cierta de subsistencia que se originan en un contexto determinado.
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